ManualMente

La mancha roja

Kandinsky y el juego de la composición

Este artista Ruso nacido en Moscú en 1886 , empezo sus estudios en la Academis en 1896 despues de cursar economia y derecho, su primer interés es dar a conocer la pintura Francesa en Alemania, formando el grupo " Phalanx", mas adelante junto a otros artistas expresionista fundara el movimiento conocido como " Der Blaue reiter" mejor conocido como " el jinete azul".

Más adelante se dedica a la teoria del arte y es en este momento donde manifiesta su interés por la composición , es alli donde empieza a disertar acerca de las formas y su relación con el color, todo su mundo se torna en una investigación basada en el lenguaje de las formas, las posiciones, los tamaños y los colores, la línea es la reina que genera expresiones plásticas dotadas de fuerza y vigor retando al observador .

                                   

Kandinsky se aleja de la realidad,  sus cuadros se transforman en vibrantes paisajes de color y formas que comparten de manera armónica el espacio, dando muestras de la visión  espiritual de la imágen.

                                                                         

Ejercicio 1.

Liberarse de la forma tradicional en la pintura es entonces el paso fundamental para lograr una nueva y vital expresión del ser humano. De acuerdo a esto si nosotros tomamos un papel y un lapiz y empezamos a trazar lineas a la vez que movemos nuestra hoja podemos encontrarnos con un universo de formas aleatorias que magnificadas por algunos toques de color resultaran no solo en un juego sino en una expresión interesante a nivel plástico.

Ejercicio 2.

Materiales: papel acuarela o cartulina durex, ecolines de colores variados, marcador de punta fina, pincel, agua.

Humedecemos nuestra hoja y empezamos a aplicar ligeros toque de color, lineas, puntos que al unirse con la superficie humeda empiezan a desplazarse, mezclandose o abriendose camino entre las fibras del papel, una vez el formato esta medianamente trabajado en color, volteamos la hoja, dejamos que las gotas escurran o utilizamos el cabo del pincel para extender las manchas, el resultado en general es una maravillosa explosión de color y de formas que admiran al artista al apreciar de lejos el ejercicio y al notar lo maravilloso y terapéutico que puede resultar jugar con los pigmentos sin pensar en formas definidas.